jueves, 29 de mayo de 2014

El gran misterio entre comer chile y ser mexicano

Recuerdo bien el día en que una buena amiga me calló la boca.

¿Cómo? me hizo darme cuenta que uno de mis cometarios fue irrespetuoso y falto de validez, es decir, un típico cliché.

Aquí la breve historia: 

Existen entre nosotros (mexicanos) dos grandes tendencias referentes al picante; la primera consiste en competir y hacer alarde de lo mucho que podemos aguantar las salsas picosas de los tacos de la esquina o de amor(dida), de esta se deriva la siguiente, burlarse de aquellos que no les gusta quemarse la boca cada que comen.

La realidad es que mucha gente como picante dentro y fuera de México y también al contrario mucha gente no lo come o no tiene mucha tolerancia al picante, sea del país que sea. Es uno de esos temas en donde creemos malamente que según la raza, el lugar de origen o el color de piel dictan comportamientos, tendencias, gustos, etc. y es posible que haya algo de eso, pero cada persona es un individuo y no podemos clasificar a todos por igual.

Entonces regresando a la historia de cómo mi amiga me enseñó una gran lección; es bien  sabido por todos que los "gringos" no comen chile (la típica broma que le hacemos al turista) verlo sufrir y notar los cambios en su tono de piel, cierta vez un grupo de amigos comíamos alegremente (yo la única mexicana) me di cuenta que la salsa picaba "sabroso" como decimos, bastante, de esas salsas que recuerdas al día siguiente con arrepentimiento en el baño, se me hizo fácil decirle a mis amigos que no comieran de la salsa -no es apta para ustedes, y fue aquí donde mi amiga dijo: -¿qué te hace creer que yo no como picante? me encanta.

Y así fue como dejé de asumir cosas.

Del otro lado de la moneda, mucha gente asume, crítica o juzga el hecho de ser mexicano y no comer  chile, incluso entre nosotros mismos (mexicanos) experimenté la triste sensación que probablemente mi amiga sintió aquel día, fui juzgada por el simple hecho de enchilarme y rechazar la salsa que tan buena estaba, desde entonces "no soy mexicana".

¿¿¡¡¡¡No comes chile!!!!?? No eres mexicano.

Todos tenemos nuestros límites, gustos y elecciones.




viernes, 16 de mayo de 2014

Soy una persona no un país

Resulta que últimamente he escuchado a algunas personas referirse a otras no por su nombre o ya de perdida por apodo, sino por su país de origen. Ejemplo, -oye tú, México, ven acá y limpia esto.

¿No les parece una tontería? 

Sería demasiado complicado referirnos a cada persona por su país de origen porque en primer lugar la personalidad e identidad de cada uno se vería limitada si todos nos llamáramos México o Alemania o Estados Unidos de América. En segundo lugar sería muy confuso porque al gritar en la calle -¡Hey EUA no corras tan rápido! Muchísimas personas voltearían la mirada al escuchar su país/nombre/apodo.

Afortunadamente solo unas cuantas personas creen prudente o natural usar este tipo de oraciones/enunciados. Sin embargo, la reflexión aquí no es sentirse avergonzado o insultado, porque el país de origen siempre será un espacio en nuestro corazón, es la acción de la otra persona al subestimar uno u otro país y la obvia impresión de racismo o diferencia social/racial en sus palabras al expresarse así. 

Nací y crecí en un país, soy un individuo con nombre y apellido. Hay gran diferencia.