viernes, 16 de mayo de 2014

Soy una persona no un país

Resulta que últimamente he escuchado a algunas personas referirse a otras no por su nombre o ya de perdida por apodo, sino por su país de origen. Ejemplo, -oye tú, México, ven acá y limpia esto.

¿No les parece una tontería? 

Sería demasiado complicado referirnos a cada persona por su país de origen porque en primer lugar la personalidad e identidad de cada uno se vería limitada si todos nos llamáramos México o Alemania o Estados Unidos de América. En segundo lugar sería muy confuso porque al gritar en la calle -¡Hey EUA no corras tan rápido! Muchísimas personas voltearían la mirada al escuchar su país/nombre/apodo.

Afortunadamente solo unas cuantas personas creen prudente o natural usar este tipo de oraciones/enunciados. Sin embargo, la reflexión aquí no es sentirse avergonzado o insultado, porque el país de origen siempre será un espacio en nuestro corazón, es la acción de la otra persona al subestimar uno u otro país y la obvia impresión de racismo o diferencia social/racial en sus palabras al expresarse así. 

Nací y crecí en un país, soy un individuo con nombre y apellido. Hay gran diferencia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario